Todo país necesita desarrollar una economía creciente y dinámica para alcanzar de forma sustentable sus objetivos económicos y sociales. A nivel nacional o local, las economías crecen en la medida que se realizan constantes esfuerzos para construir condiciones que aumenten la inversión y se genere oportunidades concretas de negocios y empleos. La condición básica para lograrlo, es la competitividad o mejora continua de capacidades y habilidades de actores y procesos para facilitar su posicionamiento creciente en el mercado.
El crecimiento económico de un país sin embargo, no es más que la sumatoria del crecimiento de sus territorios y el de éstos, del crecimiento de sus habitantes. En este sentido, los países necesitan impulsar el desarrollo de territorios competitivos y dinámicos que atraigan y retengan la inversión y generen mayores oportunidades de negocios y empleos, propiciando la mejor calidad de vida de sus habitantes y orientando a los territorios al desarrollo económico local. Afrontar el desafío de desarrollar territorios competitivos y dinámicos, demanda como punto de partida el establecimiento de la condición de los mismos.
Con esa visión, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en el marco de su Programa “Promoción de Oportunidades Económicas”, apoyó en 2009, el desarrollo del Proyecto “Índice de Competitividad Municipal, conocido como “ICM 2009”. El Proyecto fue ejecutado por RTI International y la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN).